Muchos niños, durante el primer año de vida, desarrollan la llamada ansiedad de separación y se sienten desamparados cuando sus padres intentan dejarlos con otras personas o, simplemente, desaparecen de su campo de visión. Los bebés menores de 6 meses suelen aceptar y adaptarse muy bien a las personas que le cuidan mientras satisfagan sus necesidades. Entre los 8 meses y 1 año de edad, los niños se vuelven cada vez más independientes, sin embargo, también aumenta en ellos la incertidumbre respecto a separarse de sus padres. En este momento es cuando se desarrolla la ansiedad de separación, y un niño puede ponerse nervioso y alterarse cuando uno de sus padres intenta irse. |
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